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Más allá de las montañas (Shan he gu ren, 2015) de Jia Zhangke.

“Coged las rosas mientras podáis; veloz el tiempo vuela. La misma flor que hoy admiráis, mañana estará muerta”.
(Robert Herrick)

Fenyang, 1999. Shen Tao (Tao Zhao) es pretendida por sus dos amigos de la infancia: Zhang Jinsheng (Yi Zhang), un próspero propietario de una estación de gasolina, y Liangzi (Jing Dong Liang), el humilde trabajador de una mina de carbón. Y aunque siente cariño por ambos, Tao debe elegir con cuál de los dos desea compartir el resto de su vida.


Obra casi mayor del cineasta chino Jia Zhangke. Y digo casi, porque su fallido tercer y último acto está a punto de conducirla al desastre, haciendo de ella una película imperfecta, desigual en su conjunto. Una lástima, ya que hasta ese momento asistíamos a uno de los mejores melodramas de los últimos años en su doble vertiente: íntima en su reflexión acerca del paso del tiempo y de cómo una decisión de juventud puede determinar por sí sola nuestro futuro y el de los nuestros, y ambiciosa en su trasfondo social que retrata a una China en constante evolución hacia el capitalismo económico y el desarraigo emocional. Imponente pese a todo.


El filme arranca en 1999, en vísperas del nuevo año y del nuevo milenio. Y lo hace al ritmo del Go West de los Pet Shop Boys, todo un himno a la esperanza para los países del bloque comunista que deseaban alcanzar el progreso socioeconómico de Occidente. Son tiempos de juventud, alegría e ilusión para Tao, Jinsheng y Liangzi, que van juntos a todas partes. Sin embargo, ese estado de amistad idílica no se podrá mantener durante mucho más tiempo. La tensión entre los dos varones, ambos enamorados de Tao, va en aumento, y ésta debe elegir pronto entre uno u otro. Jinsheng representa a la nueva China que abraza el capitalismo salvaje y se enriquece, mientras que Liangzi personifica la decadencia del modelo económico tradicional.

El segundo acto traslada la acción a un nuevo marco temporal, el del año 2014. El autor de Un toque de violencia (Tian zhu ding, 2013) cambia el formato de su película, que pasa de 1.37: 1 a 1.85: 1. La decisión de juventud de Tao, ha determinado su vida, la de su pequeño hijo y la de sus dos amigos de la infancia (con suerte muy dispar). Los sueños de juventud han dejado paso al desencanto de la madurez. Ya no hay lugar para la esperanza, tan sólo queda la desilusión de una vida que no ha sido la esperada.

El tercer y último acto se sitúa en un futuro cercano, en el año 2025. Ahora la trama se desarrolla en un espacio físico diferente al chino: ni más ni menos que Australia. Jia Zhangke vuelve a cambiar el formato de la película, que pasa a una relación de aspecto 2.35: 1. Zhang Daole (Zijian Dong), el hijo de Tao, metáfora del desarraigo emocional y cultural chino, se debate entre una serie de cuestiones inherentes a la juventud que atañen a sus raíces y a su futuro. Este último y, en mi opinión, errático acto, rompe con los dos anteriores tanto en el plano visual como en el dramático. Afortunadamente, desemboca en uno de los finales más bellos y tristes de la filmografía del director, de nuevo al son del Go West, aunque con un significado muy diferente al del comienzo.


La romántica canción pop Take Care, de la taiwanesa Sally Yeh, le sirve al director para enlazar emocionalmente los tres actos y las tres épocas. Zhangke, por otra parte, se muestra portentoso una vez más en la filmación del entorno físico que envuelve a sus personajes. Por último, resaltar la gran interpretación de Tao Zhao, actriz fetiche del cineasta de Fenyang.



5 comentarios:

  1. ¿Que te parecen las películas "Platform" y "Naturaleza muerta" de éste mismo director?

    Un saludo.

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    1. 'Platform' puede ser perfectamente la mejor película del director. Tengo pendiente 'Naturaleza muerta'.

      Un saludo.

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  2. Habrá que verla. Por cierto, ¿has visto la película "Un invierno en tiempos de guerra"?
    Un saludo.

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    1. No la he visto, pero me han hablado bastante bien de ella. Qué inabarcable es esto del cine, ¿verdad? :)

      Un saludo.

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    2. Muy cierto amigo mío.
      Un saludo.

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