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Día de fiesta (Jour de fête, 1949) de Jacques Tati.

“El color llegaba con los feriantes, el tiovivo, los caballitos de madera y las casetas de feria. Cuando la fiesta acababa, se metía el color en unas grandes cajas y éste se iba del pueblo”.
(Jacques Tati)

La apacible vida del pueblecito francés de Saint-Sévère-sur-Indre, se ve trastocada por la llegada de la feria con motivo de la celebración de una festividad local.


Jour de fête fue el primer largometraje del genial actor y director cómico Jacques Tati. La película se concibió con la idea de convertirse en la primera obra cinematográfica francesa hecha en color con tecnología patria; sin embargo, la utilización del sistema experimental Thomsoncolor (similar al Technicolor americano) resultó fallida y la cinta no se pudo revelar. Afortunadamente, el autor de Mi tío, quizá no fiándose del invento en cuestión, decidió rodar el filme con dos cámaras, una con el nuevo formato y la otra con el tradicional, por lo que Día de fiesta pudo estrenarse al final, aunque en blanco y negro. Décadas más tarde, en 1994, se restauró la copia en color.


El humor de Jacques Tati (de sonrisa casi permanente más que de desternillante carcajada), como el de los maestros silentes Chaplin, Lloyd o Keaton, en los que se inspira y a los que, en ocasiones, hasta supera (cinematográficamente hablando), prescinde en esencia de los diálogos para construirse a partir de una concatenación de inteligentes gags visuales y (he aquí su principal aportación) sonoros. Jour de fête no es el mejor de sus trabajos (Tati aún no había creado al sublime Monsieur Hulot, personaje tan iconográfico como Charlot que será el protagonista de sus películas a partir de su siguiente proyecto, Las vacaciones del señor Hulot), pero en él ya esboza parte de ese entrañable y particular microcosmos humano que irá perfeccionando hasta alcanzar unas cotas de sofisticación visual inauditas en el género de la comedia (Mi tío y, sobre todo, Playtime). En esta ocasión, el alargado realizador de Le Pecq muestra algunas de las costumbres y conductas sociales de un pequeño pueblo francés de posguerra. La llegada con la feria de una carpa de cine en la que se proyecta un documental sobre los eficientes y arriesgados nuevos métodos de trabajo de los carteros estadounidenses, pone de manifiesto la existencia de dos velocidades entre Europa y Estados Unidos en lo que respecta al crecimiento socioeconómico tras la Segunda Guerra Mundial. Al visionar el documental, el personaje de François (Jacques Tati), el tontorrón cartero de la zona, herido en su orgullo profesional por los comentarios burlones de sus vecinos, tratará de poner en práctica lo visto en la proyección, llevando a cabo un divertido reparto del correo “a la americana”. Reparto que dejará a las claras que lo eficaz no es necesariamente lo mejor, sobre todo si dicha eficacia conlleva una pérdida de capital humano.


Actualmente existen tres versiones de Día de fiesta, cada una de ellas con diferente metraje: la versión en blanco y negro de 1949 (87 min); una segunda versión en blanco y negro con elementos en color de 1964 (80 min); y la versión en color de 1994 (77 min).


2 comentarios:

  1. Efectivamente, Tati es un tardío sucesor de Keaton y su obra está a la altura de las mejores comedias del cine mudo.

    Saludos.

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    1. Hola, ricard:
      Sin duda, amigo. Tati es uno de los mayores autores del cine cómico. A la altura de Keaton o Chaplin. Genial.

      Saludos.

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