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El mundo sigue (1963) de Fernando Fernán Gómez.

“Verás maltratados a los inocentes, perdonados los culpados, menospreciados los buenos, honrados y sublimados los malos; verás los pobres y humildes abatidos, y poder más en todos los negocios el favor que la virtud”.
(Fray Luis de Granada, Guía de pecadores)

Años sesenta. Barrio de Maravillas, Madrid. Eloísa (Lina Canalejas) y Luisita (Gemma Cuervo) son dos hermanas de clase humilde que no se soportan. La primera está casada con Faustino (Fernando Fernán Gómez), un golfo aficionado al juego con el que tiene tres hijos, mientras que la segunda, soltera, prefiere la compañía de hombres maduros con dinero.


Amarga y desgarradora radiografía de la España de principios de los sesenta que adapta una novela del escritor realista Juan Antonio Zunzunegui, y que supone una de las grandes obras maestras de nuestro cine. Tan cruda (e incómoda) resultó para la censura de la época la visión de Fernán Gómez sobre la sociedad de su tiempo, que la película tardó dos años en estrenarse, y cuando lo hizo, lo hizo de un modo casi clandestino en un cine de Bilbao. El filme trata sin tapujos temas como la miseria, la envidia, el machismo, el rencor, la obsesión cáustica por el dinero o la imposibilidad de ascender socialmente cuando se actúa de manera honrada (ojo al uso metafórico de las escaleras [las subidas y bajadas] del edificio madrileño donde reside la familia protagonista).


El mundo sigue gira en torno a la antagónica relación existente entre las dos hermanas protagonistas. Eloísa, tras ser elegida reina de la belleza de su barrio durante los años de juventud, ha arruinado su vida al contraer matrimonio con Faustino, un pobre diablo que malgasta su mísero sueldo como camarero rellenando quinielas con la aspiración de hacerse rico y acudiendo a los partidos del Real Madrid. Luisita, por su parte, trabaja como dependienta en una tienda, pero sabe que el único medio para salir de su precaria situación es convertirse en la amante de hombres adinerados. Digamos que, ante una misma necesidad, la económica, las dos hermanas, de personalidades opuestas (o no tanto), reaccionan de un modo diferente, lo que da lugar a una contraposición conductual y moral: la decencia reprimida de una frente a la impudicia y la desvergüenza de la otra. El resto de la familia la conforman doña Eloísa (Milagros Leal), la madre bondadosa; don Agapito (Francisco Pierrá), el padre autoritario; y Rodolfo (José Morales), el hermano beato y solterón que actúa como conciencia cristiana del resto. Ajeno al grupo familiar, aunque muy cercano al mismo, está el personaje de don Andrés (Agustín González), un crítico de teatro, enamorado de siempre de Eloísa hija, que visita de vez en cuando a la familia para ver cómo van las cosas.


La dirección de Fernán Gómez destaca por su impecable pulso, además de por la brillante utilización de recursos narrativos como el flashback (magistral la escena en la que Luisita sube las escaleras del edificio para encontrarse con su madre, alternándose presente y pasado) o la voz en off interior de los personajes (el personaje de Faustino deambulando por las calles de Madrid). También sobresale su dirección de actores, todos ellos excelentes (incluido él mismo, por supuesto), con unas soberbias Lina Canalejas y Gemma Cuervo.

Imprescindible obra maestra de un autor al que no nos cansamos de reivindicar como uno de los mejores de la cinematografía patria.



11 comentarios:

  1. Hola Ricardo, la pude ver la semana pasada en la pantalla grande, me sorprendió como trata muchos temas importantes y todos de manera acertada.
    El resultado, como dices, una radiografía espectacular de una época muy gris.
    El final me puso los pelos de punta, muy acorde con la maestría del resto de la película.
    Saludos!

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    1. Hola, Jordi:
      Tienes razón, el final es tremendo. Me dejó consternado. Que nadie se pierda esta película. Lástima que la hayan reestrenado en tan pocos cines.

      Un saludo.

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  2. Me parece la mejor película de Fernán-Gómez aunque de cerca le sigue la que encabeza el blog. No solo es una buena muestra del excelente cine social que tanto me gusta sino que existe una profundidad psicológica de los personajes que hace que la película vuele.

    Saludos.

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    1. Hola, Francisco:
      Me cuesta horrores elegir entre ésta y "El extraño viaje". Ambas me parecen extraordinarias.

      Un saludo.

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  3. Vaya simbiosis...Fray Luis Fernán Gómez!!

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  4. Maestro muy bueno el blog, tenés que hacer una lista de mejores películas del cine negro.

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    1. Hola, J.J. Hunsecker:
      Gracias. La lista sobre las mejores películas de cine negro ya la hice (vete a la pestaña de listas), aunque ya está desfasada. A día de hoy no se me ocurriría no incluir "Rififi" entre las tres mejores.

      Un saludo.

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    2. Sí, sin duda. También metería "Perdición" (quizá como número uno), "La jungla de asfalto", "Chantaje en Broadway", "Retorno al pasado", "El sueño eterno" y "En un lugar solitario".

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  5. La ví de casualidad en los años 80, la pasaron por la 2 no se en que año... y me dejó huella, no la pude olvidar, recordaba la mezquindad del personaje del marido y sobre todo la escena del suicidio final. Por fin pude verla y grabarla en su pase televisivo por el canal TCM en 2010. Me parece un milagro que se haya estrenado en pantalla grande, la vida a veces es justa.Absoluta obra maestra del neorrealismo, para mi gusto superior a cualquier filme italiano de género o los melodramas de Douglas Sirk. Solo se le acerca en España en su genero "Surcos" de J.A Nieves Conde

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    1. Coincido contigo, Jon. Obra maestra del neorrealismo español (no sólo existe el italiano).

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