Páginas

El maquinista de La General (The General, 1926), de Buster Keaton y Clyde Bruckman.

“Dicen que la pantomima es un arte perdido. Nunca ha sido un arte perdido y nunca lo será, porque es muy natural”. 
(Buster Keaton)

Guerra de Secesión. Johnnie Gray (Buster Keaton) es un maquinista ferroviario al que no permiten alistarse en el ejército confederado, lo que decepciona enormemente a su novia, Annabelle Lee (Marion Mack), quien promete no volver a dirigirle la palabra hasta que lo vea vestido de uniforme.


Pocas películas en la historia del cine contienen tantas imágenes que se queden grabadas a fuego en la retina del espectador como The General, del gran Buster Keaton. Su genial farsa sobre la Guerra de Secesión estadounidense, continúa siendo una de las comedias más divertidas jamás realizadas, amén de constituir el perfecto arquetipo romántico del individuo capaz de cualquier cosa con tal de conquistar los favores de su amada.


La trama del filme, basada en un hecho real, no puede  resultar más sencilla. Al personaje de Keaton no lo dejan enrolarse en las filas sudistas porque se considera que será más efectivo para la causa confederada si se mantiene en su puesto actual, el de maquinista de la Western & Atlantic Railroad. Esto le acarrea problemas con su novia y con la familia de ésta, que lo consideran un cobarde. Un año después del estallido del conflicto, un grupo de soldados de la Unión roba La General, nombre con el que se conoce a la locomotora que conduce nuestro protagonista, con el agravante de que Annabelle Lee va dentro de ella como prisionera.  Es entonces cuando Johnnie Gray, al frente de otra locomotora, comienza una endiablada persecución ferroviaria que le adentrará en territorio enemigo. Una vez recuperadas Annabelle y La General (las dos pasiones de “cara de palo”), se inicia una nueva persecución, esta vez a la inversa, en la que Gray pasa de perseguidor a perseguido. El clímax de la obra es el espectacular enfrentamiento final entre los ejércitos del norte y del sur junto a la orilla del puente de Rock River.


La película, de ritmo trepidante y extraordinario montaje, mezcla con éxito distintos géneros como la comedia, el romance, la acción, la aventura o la historia. Hay un predominio absoluto de los escenarios exteriores, destacando la filmación de paisajes líricos y el uso de impresionantes planos generales con multitud de figurantes. Su contenido también encierra un sutil mensaje de descreimiento hacia los supuestos actos de valor en la guerra, reducidos aquí al mero azar. Los gags, por su parte, son casi infinitos, a cada cual más original e inventivo.

El maquinista de La General, obra maestra absoluta por la que no pasa el tiempo. Cima del genio creativo de Keaton.



5 comentarios:

  1. Saludos!

    Ciertamente, es una película única en su realización y contenido. Desde el primer visionado los graciosísimos gags y las impresionantes acrobacias de Buster me hicieron saltar de risa. No recuerdo la última vez que reí tanto en una comedia.

    Como sea, es inaceptable como Keaton fue relegado al olvido. He visto varias películas suyas y me parecen de una calidad patente hasta hoy. Incluso estuvo en una película (Film, 1965) escrita por Samuel Beckett y dirigida por Alain Scheneider, donde esta increíble. Afortunadamente, sus geniales películas aun son posibles de encontrarse.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Sadrac.
      El problema de Keaton fue que siempre vivió (creo que aún vive) a la sombra de Chaplin.

      Eliminar
    2. Hola, Ricardo.
      Tienes mucha razón, la historia lo ha comprobado. A propósito de Chaplin, siempre me pareció interesante -por no decir irónico- la similitudes entre el personaje que interpreta Chaplin en "Candilejas" (donde Keaton hace un pequeño papel de sí mismo) y la vida de Keaton después de las películas. No que haya ocurrido como en la película, pero si algunas coincidencias: la caída en el olvido, los problemas de alcoholismo y la bailarina (Eleanor Norris, en el caso de Buster) con la que encuentra apoyo y estabilidad emocional.

      En fin, solo nos queda disfrutar de las obra de Buster y no permitir que se le ignore más. Oye, por cierto, que buen blog administras aquí.

      Eliminar
  2. La acabo de ver en una sesión de cine en la biblioteca de mi ciudad y no me ha terminado de convencer como para calificarla de obra maestra. Es entretenida, está muy bien hecha y es ingeniosa pero ya está. En su forma está muy lograda, pero en su contenido le falta más mensaje, ideas, sentimientos, valores, transmisión que va más allá que las meras palabras (Ej: Ordet, Nostalgia, El caballo de Turín... que sí son obras maestras absolutas) Además de que tampoco es una comedia desternillante. Al principio es graciosa, pero luego se vuelve reiterativa y ya te esperas algunos gags y situaciones absurdas. Quizás en la época fue muy graciosa... pero ahora... no sé, me deja algo frío y no la veo tan divertida. Si tuviera que darle una nota yo le daría un 7. No sé si es que soy demasiado exigente o tengo que verla de nuevo para captar más sutilezas y mensajes propios de las Obras Maestras, un puñado reducidísimo de películas. Mi opinión nada más. Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. tiene un comienzo lento y es verdad, no se si es una obra maestra absoluta como se dice... si que es genial ya solo por su factura casi inédita en ese momento y la sucesión de gags que es demencial... además del trato a la mujer que es inusual...

    lo que sí consideor que es que Buster estña un paso mas adelante de Chaplin, sin dudas casi... salu2....

    ResponderEliminar