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Phoenix (ídem, 2014) de Christian Petzold.

“La traición la emplean únicamente aquellos que no han llegado a comprender el gran tesoro que se posee siendo dueño de una conciencia honrada y pura”.
(Vicente Espinel)

1945. Tras su paso por un campo de concentración alemán, el rostro de la cantante Nelly Lenz (Nina Hoss) se ha desfigurado gravemente. Después de que se lo reconstruyan, decide buscar a su marido, Johnny (Ronald Zehrfeld), por las calles de Berlín.


Estimable drama psicológico del realizador alemán Christian Petzold (Fantasmas, Jerichow, Bárbara) que gravita en torno a temas como la identidad, el dolor o la traición en tiempos de la Segunda Guerra Mundial. La película, de sobria puesta en escena y narrativa pulcra, aparece influida por la obra maestra de Alfred Hitchcock Vértigo. De entre los muertos (Vertigo, 1958).


Creo no decir nada nuevo si afirmo que el elemento más destacado del filme que nos ocupa, adaptación de la novela Le Retour des cendres (1961), del escritor francés Hubert Monteilhet, lo constituye la interpretación protagonista de Nina Hoss, actriz fetiche del director, cuyo personaje deambula entre el patetismo, la dualidad identitaria y la patología amorosa en un estadio emocional postraumático. A la cinta, de poco más de hora y media de metraje, le cuesta arrancar; y, ciertamente, no lo hace hasta que Nelly encuentra a su marido, quien parece haber degenerado de pianista a hombre de la limpieza de un club nocturno berlinés. Johnny no la reconoce envuelta en su nuevo rostro, y, he aquí la paradoja y principal nudo dramático de la película, le propone que se haga pasar por ella misma para cobrar la herencia de unos familiares que han muerto durante el conflicto bélico. Nelly, haciéndose llamar Esther e ignorando los consejos de su amiga (y quizá enamorada) Nina (Lene Winter), acepta la proposición por el amor que siente hacia su marido, pero pronto descubre que el objeto de su pasión, de sus sueños y desvelos, no es lo que ella creía que era.


Phoenix (el título alude a modo de metáfora al ave mitológica que resurgía de sus propias cenizas) está bien filmada y bien contada, aunque cuesta creer en las motivaciones que impulsan a su protagonista a hacer lo que hace, resultando, asimismo, algo fría en su conjunto, pese a la sobrecogedora fuerza de su escena final. 


3 comentarios:

  1. La pude ver en octubre en un ciclo sobre peliculas exhibidas en el Festival de San Sebastián que dieron en mi ciudad, así que mis recuerdos quedan un poco diluidos. Coincido básicamente con tu valoración de la película, es una película digna sin ser notable, la falta verosimilitud y tiene un toque muy frío. Para mi el mensaje de la película es la transformación que sufrieron las personas internadas en los campos de concentración y la imposibilidad de volver a su antiguo mundo, pues ni las personas que las trataron las van a poder ver como las veían antes ni aquéllas van a poder relacionarse con sus antiguos allegados de la forma que lo hacían. También coincido que lo mejor de la película es la escena final del piano, cuando finalmente es reconocida por su marido. Del mismo director también me gustó Bárbara, una película claustrofóbica, por como describe el ambiente, que es una de las más feroces críticas cinematográficas del régimen de la RDA. Saludos Ignacio 65

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    1. Hola, Ignacio65:
      Coincido contigo en que la película muestra cómo la reclusión en un campo de concentración puede llegar a cambiar física y emocionalmente a las personas hasta tal punto que luego cuesta reconocerlas. El director enfatiza esta idea con el asunto del cambio de rostro de la protagonista.

      Un saludo.

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  2. No se tomen a la ligera ni esta ni Barbara, ambas entretejen muchísimo más de lo que pareciera ser, las puestas son alucinantes.
    http://www.elojoquepiensa.net/06/index.php/modules-menu/barbara
    hay un par de muy buenos artículos en la Caiman N°15 a Barbara y otro en la 39 de Phoenix por Jaime Pena con entrevista muy precisa a Petzold de José Enrique Monterde. Entregan algunas pistas para valorar muchísimo mejor desde donde se enuncia y como se enuncias ambas obras. Muy recomendables. Un saludo muy afectuoso desde Argentina.

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