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Whiplash (ídem, 2014) de Damien Chazelle.

“Da igual. Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor”.
(Samuel Beckett)

Andrew Neyman (Miles Teller) es un joven y ambicioso baterista de jazz que se esfuerza por mejorar cada día. Tras verlo durante un ensayo, Terence Fletcher (J.K. Simmons), el profesor más déspota del prestigioso conservatorio Shaffer, decide enrolarlo en su banda.


Intenso drama sobre la enfermiza obsesión de un joven dispuesto a derramar sangre, sudor y lágrimas (literalmente) con tal de convertirse en una leyenda del jazz a la altura de un Buddy Rich o un Charlie Parker. El título de la película (latigazo en español) alude al nombre de una composición del famoso saxofonista estadounidense Hank Levy, la cual escuchamos a modo de leitmotiv en varios momentos del metraje. El joven realizador Damien Chazelle, amante del jazz, consiguió financiación para el proyecto a partir del exitoso estreno en el Festival de Sundance de 2013, de un cortometraje suyo en el que se reproducía un extracto del guión original del filme que nos ocupa.


Grosso modo, Whiplash es la historia de dos locos unidos por una misma y única pasión: la música; y más concretamente el jazz. Por un lado tenemos a Andrew, quien, a falta de una madre, que lo abandonó cuando era un bebé, ha crecido junto con su padre y con un par de baquetas en las manos. Posee talento, perseverancia y espíritu de sacrificio. Aparta de su camino todo aquello que le pueda suponer una distracción de su objetivo. Que alcance el éxito es sólo una cuestión de tiempo. Por el otro tenemos al profesor Fletcher, un psicópata hijo de puta cuyo principal método de enseñanza no es otro que el de infundir temor a sus alumnos. No duda en humillarlos y maltratarlos si a cambio obtiene lo mejor de ellos. Su vehemencia recuerda en ocasiones a la del sargento Hartman de La chaqueta metálica (Full Metal Jacket, 1987), de Stanley Kubrick. Ambos personajes están magníficamente interpretados, en especial el segundo, un J.K. Simmons para el recuerdo; si bien es cierto que el dibujo de su personaje resulta algo exagerado.


Pero lo mejor de Whiplash, al menos desde mi punto de vista, es su tensión narrativa (máxima en ese “duelo” final sobre el escenario entre profesor y alumno). Chazelle ha sabido dotar a su película de trepidante pulso, gracias, en parte, al brillante montaje de Tom Cross.

Un buen guión, pese a no ser demasiado original, una buena realización y unos buenos personajes. Tan fácil (y difícil) como eso. Muy superior a la media.


6 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo con tu reseña. El "duelo" final me encantó.

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    1. Hola, Gustavo:
      Es el clímax de la película. Magnífico.

      Un saludo.

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  2. Muy buena crítica, definitivamente lo mejor es el montaje y J.K.Simmons. Pero tengo dos cositas que objetar:

    1- La cinematografía no es digna de lo que se pensó hacer.
    2-El drama solo se enfoca y excede en las agresiones.No toman en cuenta; los momentos y por momentos le hacia falta lentitud para resaltar el drama y darle sentido

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    1. Hola, step tor:

      El montaje es el elemento diferencial de esta película, junto al trabajo de sus dos actores.

      Un saludo.

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    2. Coincido en que los dos actores andan muy bien, lo de JK se ha destacado por todos lados, pero el joven protagonista también sorprende.
      Saludos!

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  3. La influencia de Kubrick es clarísima en toda la película y no sólo en los personajes.Los filtros de color en las escenas, la perspectiva de las tomas. Me llaman la atención muchas cosas: El personaje principal aparece en absolutamente todas las escenas, como si el director quisiera que el público tomara solo su punto de vista y el protagonista fuera seguido por un espectador fantasma. Todas las locaciones son parecidas, parece que fueron grabadas en el mismo lugar, la escuela, el cine, la casa etc. Lo que le da al "escenario" de la película un carácter Teatral. Cuando aparece la chica en la escena del café , las luces del mostrador le dan la apariencia de alas como si se tratase de un ángel. En cambio en la escena donde rompen ella viste como si asistiera a un funeral... Bueno son muchos detalles que me agradaron de la película que no caben en un comentario... Lo que opino es que está muy cuidada en todos los aspectos necesarios para hacer una buena película. Lo que no me convence es el punto musical: El interés de Fletcher en los baterista se centra en la velocidad, excepto en la escena del tempo. Ningún músico medianamente entendido haría cosas tan ridículamente estupidas como ponerse benditas, meter las manos en agua helada, si no quieren sufrir una lesión peor que ya no les permitiría seguir tocando.Saludos.

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