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Clásicos del western: Winchester '73 (ídem, 1950) de Anthony Mann.

“Esta es la historia del rifle modelo Winchester de 1873, ‘el rifle que conquistó el Oeste’. Para el vaquero, el forajido, el agente de la ley o el soldado, el Winchester 73 era un preciado tesoro. Un indio vendería su alma por poseer uno…”.

Lin McAdam (James Stewart) anda buscando al hombre que asesinó a su padre por la espalda. Le acompaña “High Spade” (Millard Mitchell), un viejo amigo. Ambos llegan a la ciudad de Dodge City, donde, con motivo de las celebraciones del cuatro de julio, se organiza un concurso de tiro en el que se premia al ganador con un rifle Winchester 73. Lin sabe que aquel al que persigue estará allí.


Me atrevería a afirmar, sin temor a equivocarme, que Winchester ’73 es el mejor de todos los westerns de Anthony Mann. Y eso es mucho decir si tenemos en cuenta que el director regaló al género un buen puñado de trabajos como La puerta del diablo (Devil's Doorway, 1950), Las furias (The Furies, 1950), Horizontes lejanos (Bend of the River, 1952), Colorado Jim (The Naked Spur, 1953), Tierras lejanas (The Far Country, 1954), Desierto salvaje (The Last Frontier, 1955), El hombre de Laramie (The Man from Laramie, 1955), Cazador de forajidos (The Tin Star, 1957), El hombre del oeste (Man of the West, 1958) o Cimarrón (Cimarron, 1960).


El verdadero protagonista de la película no es otro que el rifle que le da título, el cual está siempre presente e irá pasando de mano en mano a lo largo del metraje en singular peregrinación. El primero de sus propietarios es Lin, después de haberlo ganado en el concurso. Más tarde se harán con él el asesino al que éste busca (Stephen McNally), un contrabandista de armas sin escrúpulos (John McIntire), un joven jefe indio (Rock Hudson), un cobarde (Charles Drake), un matón (Dan Duryea) y nuevamente el asesino. Hasta que al final termina su itinerario circular en las mismas manos en las que lo comenzó. Wim Wenders, admirador del filme, señaló en una ocasión que el guión escrito por Borden Chase, daba para, al menos, ocho buenos westerns. No se equivocaba. De manera paralela al recorrido descrito por el rifle, asistimos a una obsesiva búsqueda por parte de Lin, tras la que se esconde una tragedia familiar que culmina con un duelo a muerte en medio de un árido paisaje rocoso. Además del enfrentamiento final, destacan otras secuencias como la del concurso de tiro o el ataque indio al campamento. El brío narrativo de Mann no decae en ningún momento. 


El magnífico reparto raya a gran altura, especialmente James Stewart, en la que supuso su primera colaboración con Mann, y Shelley Winters. A resaltar también la fotografía en blanco y negro de William H. Daniels.

Western mayúsculo, en definitiva, este Winchester ’73. Quizá la mejor película de su enorme director.


2 comentarios:

  1. Mann es un director que tengo muy pendiente. Le tengo muchas ganas. Podrías elegir entre él o Sam Peckinpah? :)

    Por cierto, qué opinas de los Western de Boetticher? He leído que tiene alguna que otra maravilla.

    Un saludo :)

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    Respuestas
    1. Hola, neordental:
      Me resulta imposible elegir entre Mann y Peckinpah. Adoro los westerns de ambos. Eso sí, el segundo me parece un cineasta mucho más personal.
      Boetticher era un hábil artesano. De sus westerns con Randolph Scott me quedo con "Seven Men from Now".

      Un saludo :)

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