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Lancelot du Lac (ídem, 1974) de Robert Bresson.

 
Tras la infructuosa búsqueda del Santo Grial, los caballeros de la Mesa Redonda que aún sobreviven, regresan hastiados y cabizbajos al castillo de Camelot. Allí, Lancelot (Luc Simon) deberá hacer frente a los fuertes lazos amorosos que le unen a la reina Ginebra (Laura Duke Condominas).


Lancelot du lac es, como no podía ser de otro modo al tratarse de una obra de Bresson, una de las más personales y singulares incursiones del séptimo arte en la leyenda artúrica.

El autor francés siempre planteó la necesidad de desvincular al cinematógrafo (así llamaba él al cine) del teatro, la música, la pintura y la literatura para convertirlo en un arte autónomo. Consideraba que a partir del montaje (elemento singularmente cinematográfico), el cine debía comenzar la búsqueda de una sintaxis propia e independiente del resto de las artes. Liberando a lo esencial de los artificios inherentes a cualquier espectáculo, Bresson, como Dreyer y Ozu, fue depurando a lo largo de su carrera un lenguaje basado en la renuncia y la sobriedad; sólo el ascetismo estilístico podía conducir al hallazgo de la belleza más pura. Lancelot du lac es una obra incuestionablemente consecuente con sus planteamientos; sin embargo, se encuentra lejos de los mejores trabajos del director (Un condenado a muerte se ha escapado y Pickpocket).


Que nadie espere encontrar en esta recreación del mito artúrico acción, un diseño de producción espectacular o un vestuario deslumbrante al estilo de Hollywood. A Bresson le interesa más el espíritu que la forma, de ahí que se valga de la más absoluta austeridad para relatarnos una historia de amor y lealtad. En ella Lancelot, verdadero protagonista de la película, se debate entre diversas fidelidades (hacia Dios, su rey y su amada) que atormentan su desencantada alma. Un halo de funesto misticismo embriaga todo el metraje, anticipando el ocaso de un mundo que está a punto de desaparecer.

A falta de banda sonora (el realizador prescinde totalmente de la misma salvo en los títulos de crédito iniciales), el silencio y los sonidos diegéticos cobran especial relevancia (el crujir de las armaduras, el trote de los caballos, el viento que ondea los estandartes…). La narración es pausada, muy pausada; las situaciones que presenta la trama, escasas; los personajes, sin apenas perfilación psicológica. Nada de esto debe verse como un defecto, simplemente se trata del estilo Bresson. Lo tomas o lo dejas. 


Personalmente, el autor de Mouchette siempre me interesa, aunque raras veces me apasiona. No obstante, se le debe reconocer como una de las personalidades esenciales del cine europeo de todos los tiempos.

10 comentarios:

  1. Una pelicula entretenida sin lugar a dudas, en realidad nunca he comprendido que es lo que Tarkovsky veia en Bresson que lo hacia su maximo idolo cinematografico, si, es un cineasta por arriba de la media, pero nunca alcanzo los niveles de Bergman, Dreyer o el mismo Andrei es mas yo cambiaria "La Infancia de Ivan" opera prima y film menos depurado del genio ruso, por toda la filmografia de Bresson... en fin, un saludo amigo cinefilo sigue asi con tu blog, siempre es un placer leerte.

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  2. Hola, Dan Chaplin:
    Yo también creo que Tarkovsky tenía a Bresson algo sobrevalorado, pero de ahí a decir que "La infancia de Iván" vale más que toda su filmografía... Ahora vendrá algún admirador del cineasta francés y te pondrá las pilas :). En serio, respeto mucho a Bresson, lo considero un teórico de primera y siempre fue consecuente con sus ideas. Para mí está por debajo de los grandes autores europeos (Dreyer, Tarkovsky, Bergman, Buñuel...), pero no por ello deja de ser un realizador estupendo.
    Un saludo también para ti. Gracias por dejar tu comentario.

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  3. No me gusta Bresson. No me gusta enfrentarme a una película sabiendo que lo que voy a ver es tan "diferente" y tan "especial" que si no recibo una clase magistral previa, no voy a enterarme de nada y no voy a lograr extasiarme correctamente con tanta genialidad. No lo trago.
    Unas agitadas charlas en clase, "El Diablo, probablemente" y "Pickpocket" me llegaron para darme cuenta de que no me interesa este director, un tipo que se pasó de ambicioso al pretender reinventar el cine mismo y sus relaciones con otras artes (tal y como señalas) y que consiguió convertir el noble oficio del intérprete en un trabajo digno de marionetas huecas (o rellenas de porexpán, si acaso). Sus "modelos" son intragables.
    Eso sí, por sus rarezas, sus diferencias y sus singularidades es uno de los más estudiados y admirados.
    Bravo para el que lo disfrute. Diría que tendría que ver "Lancelot..." pero no voy a mentir: no pienso hacerlo.
    Saludos cinéfilos.

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  4. Hola, María:
    Creo que va a ser complicado que de aquí surja algún club de admiradores de Bresson :). Coincido contigo en lo que dices acerca de los actores de sus películas, siempre con esa "cara de palo"... pero es que su cine es así. A Bresson hay que reconocerle que creó su propio lenguaje, algo que no es nada sencillo. Alguno de sus filmes me gusta mucho, pero la mayoría me resultan insustanciales. Creo que a su obra le falta alma, a pesar de su búsqueda de espiritualidad, de ahí que nunca pueda llegar a llenarme como otros autores.
    Saludos cinéfilos también para ti.

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  5. ¡Vaya!Debo ser el único por aquí lo considera uno de los mejores 5 cineastas de la historia.

    Una pregunta para quienes critican a sus actores no profesionales, ¿no les parece qué también en una obra maestra como “Gertrud” –la cumbre del séptimo arte- también los actores casi "dicen" su texto, como los modelos bressonianos?

    Un saludo. W.

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  6. Hola, Woland:
    Citas a "Gertrud", a la que yo también considero una de las dos o tres mayores obras del Séptimo Arte. Estableces una comparación interesante, pero no me parece que los actores de "Gertrud" interpreten de un modo bressoniano. En la película de Dreyer los actores actúan, de forma muy peculiar, sí, pero actúan. Nada que ver con el vacío interpretativo de las obras de Bresson. Quizá la diferencia sea muy sutil, pero está.
    Un saludo.

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  7. Hola

    No comparto tus palabras de tu blog sobre Robert Bresson, parece que malinterpretas toda la genialidad y la puesta en escena de las películas de este gran director.

    Saludos

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    1. Hola, Cristhian:
      Simplemente expongo lo que pienso.

      Un saludo.

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  8. Ricardo, pregunta inevitable: quién está más sobrevalorado en tu opinión, Antonioni o Bresson? Hay algún otro cineasta que los supere en esa condición? Jajaja

    Esta es de las pocas que me faltan de él, pero yo también lo considero uno de los 10 más grandes de la historia. Tarkovski el primero, no se preocupe usted! :)

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    1. Difícil cuestión la que me planteas. De todos modos, creo que Antonioni está aún más sobrevalorado que Bresson :). Algún francés los supera, como Rohmer o Godard.

      Un saludete.

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