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La semilla del diablo (Rosemary's Baby, 1968) de Roman Polanski.


Rosemary (Mia Farrow) y Guy (John Cassavetes) Woodhouse, son un joven matrimonio que se instala en un edificio decimonónico situado junto a Central Park. Allí conocerán a Minnie (Ruth Gordon) y Roman (Sidney Blackmer) Castevet, una extravagante pareja de ancianos que no tardará en inmiscuirse en sus vidas. Rosemary quedará encinta tras una noche de horribles pesadillas, iniciando un período de gestación durante el que sentirá que algo extraño le está ocurriendo.


Polanski firma su gran obra maestra, junto con El quimérico inquilino (Le locataire, 1976), en este extraordinario filme de terror que constituye la cumbre del subgénero satánico. Y lo hace anteponiendo la sutileza y el arte de sugerir, frente al efectismo barato de otras cintas de este tipo como la excesivamente mitificada El exorcista (The Exorcist, 1973) de William Friedkin.

Esta adaptación de la novela de Ira Levin, supuso el salto a Hollywood del cineasta tras haber destacado en Europa con títulos como El cuchillo en el agua (Nóz W. Wodzie, 1962), Repulsión (Repulsion, 1965) o El baile de los vampiros (Dance of the Vampires, 1967). La película granjeó fama y popularidad a su director, aunque, con toda seguridad, no la habría realizado de conocer cuál iba a ser una de sus consecuencias: el truculento asesinato de su esposa Sharon Tate (embarazada al igual que el personaje de Rosemary) a manos de varios miembros de "La Familia" de Charles Manson por, supuestamente, haber revelado muchos secretos relativos al satanismo en su cinta.


Rosemary's Baby sigue siendo una de las obras más terroríficas de la historia del cine por ubicar el miedo en un contexto cotidiano y familiar en el que todos nos podemos reconocer. Polanski administra sabiamente la incursión de elementos intrigantes en la trama (el mueble que la anterior inquilina del apartamento movió para tapar un armario empotrado como si temiese que algo saliera de allí, las alusiones a la “historia negra” del edificio, los cánticos rituales que parecen provenir del apartamento contiguo, el suicidio de la joven que vivía con los Castevet…), que irán in crescendo, con lo que consigue plasmar un progresivo estado de angustia y amenaza que acaba por impregnar a todo el relato en su escalofriante tramo final.

Revisionar este clásico permite, además de percatarse de los minuciosos detalles que lo componen, descubrir el humor pérfido y malicioso, polanskiano en definitiva, que hay en el mismo; sobre todo en la actitud y comportamiento del personaje al que da vida John Cassavetes.


Todo el reparto está a un nivel difícilmente superable, destacando la frágil ingenuidad con la que Mía Farrow encarna a su asustadiza Rosemary. Ruth Gordon, por su parte, se hizo con el Oscar a la mejor actriz secundaria por su lograda composición de la siniestra y metomentodo vecina.

No me gustaría concluir el comentario sin hacer alusión al carácter ambiguo que preside algunos momentos del filme. ¿En verdad existe una conspiración contra Rosemary o todo es fruto del trastorno paranoico que le provoca su embarazo? Evidentemente, la interpretación está mucho más clara aquí que en El quimérico inquilino, donde la ambigüedad es extrema, pero que nos hagamos esta pregunta ya dice mucho en favor de la maestría de su autor.

"Yo no quiero que el espectador piense esto o aquello; quiero simplemente que no esté seguro de nada. Es lo más interesante: la incertidumbre"  (Roman Polanski).


12 comentarios:

  1. Una de las mejores películas de terror de la historia, sin duda. La he visto infinidad de veces, y me resulta estremecedora, perversa e indescritiblemente cruel y malvada. Poco se puede añadir a lo descrito en la entrada. La ambivalencia de todo el filme, pero especialmente del final -se trata de un trastorno paranoico de la protagonista o realmente hay una "confabulación real" para que nazca el hijo de Satán de su vientre-, es sobrecogedra e inquietante. Me inclino a pensar que no es una paranoia de la protagonista: la pesadilla diábolica es real. Junto a "Repulsión" -del mismo director- (la prefiero a "El Quimérico inquilino"), una de las piezas maestras del cine de terror psicológico.

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  2. Saludos Ricardo:
    Que frustración me causa no haber podido ver este clásico del terror a pesar de haber leído infinidad de criticas elogiando su grandeza.Respaldo esa afirmación de que el mejor terror no es el efectismo o el despliegue innecesario de gore, sino el poder de sugerir o 'jugar' con la psicología. Desde ya, esta cinta junto con 'el inquilino' están en mi lista negra (joyitas raras y/o malditas).intentaré bajarlas de internet, pero considerando que en mi pais, la conexion es demasiado lenta, me supondría una eternidad.jeje. Por cierto memorable esa imagen de la bellisima Gene Tierney en "Laura", (vaya una sugerencia de una critica al respecto).

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  3. Hola, pesadillas con cuerpo:
    Efectivamente, tal y como dices, "La semilla del diablo" es uno de los mejores filmes de terror de todos los tiempos. Al igual que tú, y a pesar de su ambigüedad, yo también considero que la confabulación para que Rosemary tenga el hijo de Satán es real. Haces alusión a "Repulsión", otra de las joyas de la filmografía polanskiana. Ésta, junto con "La semilla del diablo" y "El quimérico inquilino", conforman la llamada "trilogía de apartamentos" de Polanski. Mi favorita es "El quimérico inquilino", ya que me parece la más sórdida, macabra y perturbadora de las tres.
    Muchas gracias por tu comentario. Es un placer leerte.
    Un saludo.

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  4. Hola, José:
    En primer lugar, agradecerte la aclaración acerca de tu "misteriosa" lista negra :) . Esperemos seguir aportando muchos títulos a la misma. Por lo demás, lamentar que no puedas tener acceso a títulos tan destacados. Es una verdadera lástima. Con todos mis respetos, tu tierra debe ser un castigo para cualquier cinéfilo... Anímate y búscalas en la red. Por cierto, que no olvido otras de tus sugerencias para comentarios en el blog (El séptimo sello, Dersu Uzala, Kagemusha...). Simplemente decirte que tanto ellas como "Laura" (mi filme noir favorito), tendrán su momento en "Esculpiendo el tiempo". Es cuestión de tiempo.
    Gracias por tus líneas, compañero.
    Un cordial saludo.

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  5. Excelente reseña, Ricardo.
    Para mí una película clave en el género de terror, destaca el retrato psicológico de su personaje principal.
    Trama contada sin artificios, manteniendo la expectación del que la ve a través de una creciente paranoia de la protagonista, que para mí no es tal.
    Mi valoración: Muy buena, rozando la obra maestra

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  6. Hola, van halen:
    Nadie ha profundizado de un modo más plausible y aterrador en los miedos y temores de la psique humana que Polanski. Si sus filmes de terror psicológico son los mejores, es debido a la sutileza y ambigüedad con la que son tratados. Huyendo siempre de fáciles efectismos y artificios. Bajo mi punto de vista, "La semilla del diablo" es la obra de un verdadero maestro.
    Gracias por tu tiempo, estimado seguidor.
    Un saludo.

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  7. Magnífica reseña de una gran película, Ricardo. Para revisar una y otra vez. Un gran abrazo

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  8. Hola, Pedro:
    Agradezco tus palabras. Efectivamente, se trata de una película que gana con cada nuevo visionado, ya que te permite darte cuenta de los muchos detalles sutiles que la componen.
    Otro gran abrazo para ti.

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  9. Dedicada a su estudio durante años, siento por esta película una admiración que traspasa los límites del entendimiento, créame (http://multidoc.rediris.es/cdm/viewissue.php?id=4).
    Además de por lo exquisito de su realización en cuanto al estudio de montaje, dirección de actores y adaptación de los contenidos originales del texto de Levin,la película podrá recordarse por millones de detalles curiosos que tuvieron lugar durante su rodaje, como las discrepancias entre Polanski y Cassavetes, quien ejercía de (mal)actor para pagar las producciones de las películas que él dirigía y que precisamente por su poco talento para la actuación fue seleccionado para ser el cínico Guy Woodhouse; o la terrible situación personal por la que pasaba Mia Farrow, que recibió notificación del divorcio de su esposo Frank Sinatra también en pleno rodaje. Polanski supo aprovechar cada circunstancia para la historia. Como siempre.

    Y vuelvo a decir lo mismo que ya señalé con Chinatown: la versión doblada se comoe con patatas diálogos enteritos, que son fundamentales.

    Un placer leerte.

    Saludos.

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  10. Hola, María:
    La verdad es que se trata de una película que bien merece su estudio. Para mí es una obra maestra rotunda, sin discusión. A mí Cassavetes no me parece tan mal actor. Aquí está estupendo, aunque está claro que a él lo que realmente le interesaba eran sus filmes independientes (es un director a reivindicar). Lo del doblaje ya se sabe, somos un país aparte...
    Un saludo y gracias por tu comentario.

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  11. Magnífica película. Me encanta la señalada ambigüedad que va creciendo a lo largo del film sobre si todo está pasando en su cabeza o en la realidad. Yo apostaría por que es real... Y siempre me ha inquietado el final, con Rosemary meciendo la cuna. Me pregunto si finalmente se hará cargo del bebé y se unirá al aquelarre...

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    1. Hola, Miguel:
      A mí me da que al final sí que se une :). Impresionante película de Polanski.

      Un saludo.

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